Parque Nacional Cerro El Copey

ABRAE:
Los ABRAE (Áreas Bajo Régimen de Administración Especial) comprenden todos los territorios que, debido a sus características y a su potencial ecológico, hidrológico, forestal, paisajista o agrícola, han sido declaradas por el gobierno áreas de interés especial, sujetas a legislaciones específicas para su conservación y aprovechamiento.
Las ABRAE son importantes para nuestro país porque conservan la belleza de nuestros espacios silvestres,evitan la desaparición de la más importante y exótica flora y fauna de nuestro país y contribuyen al aprovechamiento estratégico de los recursos naturales.
Ubicación:
El Parque Nacional Cerro El Copey se ubica al oriente de la isla Margarita, en la región montañosa más alta del estado Nueva Esparta, y tiene un área de 71 km².
Clima y suelos:
El cerro tiene un clima semiárido, se encuentra rodeado de planicies desérticas y es por ello que a pesar de sus escasos 1.000 m de elevación posee bosques siempreverdes y herbazales montanos que se nutren de la humedad aportada por los vientos alisios. En las zonas más bajas del parque predominan los bosques secos y semideciduos y está rodeado de pueblos y plantaciones. El parque tiene una temperatura entre los 18 y 24 °C y una precipitación entre los 500 y 1000 mm. El Cerro El Copey se compone de rocas ígneo-metamórficas originadas en el Cretáceo temprano y presenta un relieve alto y fracturado con zonas más amplias hacia el piedemonte. Se rodea de sedimentos terciarios y cuaternarios sobre los que se han instalado zonas urbanas.
Recursos hídricos:
Ríos La Asunción, El Valle y San Juan Bautista.
Flora:
Rica en cactáceas, caparidáceas, compuestas, euforbiáceas y leguminosas. Varias especies endémicas: helechos (Thelipteris paucijuga y Trichipteris steyermarkü), palma mapire (Coccothrinax barbadensis), Blakea montico, Guettarda odorata y Guettarda scabra, Inga micrantha y Ec Mikania johnstonii.
Fauna:
Anfibios endémicos como la rana del Copey (Hyla rubra) y un colúbrido endémico (Drymarchon corais margaritae). Entre los mamíferos se encuentran algunos endemismos: mono machín (Cebus apella margaritae), conejo de monte (Sylvilagus floridanus margaritae), ardita (Sciurus granatensis nesaeus), venado (Odocoileus virginianus margaritae), así como entre las aves está el gonza. Lito margariteño (Icterus nigrogularis helioeides) y el popular guayamate (Cardinalis phoenicius).
Actividades permitidas:
Turismo de naturaleza, excursiones, caminatas, observación de aves, acampadas, picnic, paseo en bestia y trote.
Actividades no permitidas:
Encender fogatas, extraer especies de plantas y animales, dejar o arrojar desperdicios sólidos, marcar o causar daños a la vegetación. Cacería, portar armas de fuego o cualquier otra que pueda causar daños a los recursos naturales, colectar cualquier producto de la flora del parque, expendo y consumo de bebidas alcohólicas, introducir especies exóticas de animales silvestres, hacer o fijar propagandas comerciales o políticas, introducirse al parque en horas no establecidas en horarios de visitas, uso de equipos de sonidos que altere la tranquilidad de parque, utilizar insecticidas, tomar fotografías o filmaciones con fines comerciales sin la previa autorización.
Problemas ambientales:
Contaminación: La contaminación generada por el pueblo de La Sierra causa problemas de salubridad y disminuye su valor escénico. Esto puede ser resuelto con multas hacia los contaminadores y con campañas de concientización y con mejoras en el aseo.
Incendios forestales: El parque no cuenta con equipo, personal ni materiales para combatir incendios. El año 2001 se produjeron 15 incendios que destruyeron unos 300.000 km². Este problema se puede resolver con prevención hacia los incendios y con la inclusión de personal y equipo en el parque con el que sean capaces de apagar los incendios
Cacería: Los habitantes de La Sierra, El Chorro y de otros pueblos adyacentes cazan dentro del parque. Las presas preferidas son los venados y los conejos, ambas especies endémicas de la isla, y sus poblaciones están siendo reducidas significativamente. La solución sería prohibir la caza de los animales que están sufriendo las consecuencias.
Introducción de especies exóticas: Existe entre los habitantes una afición de poseer mascotas en la mayoría de los casos fauna silvestre extraída de sus poblaciones naturales. Es posible que existan poblaciones de monos capuchinos (Cebus olivaceus) traídos a la isla desde tierra firme y liberados en el parque Cerro El Copey, lo cual representaría un grave problema para las poblaciones de Cebus apella margaritae, especie endémica y en peligro. En este caso es necesario prohibir el acto de liberar dentro del parque especies animales que no sean nativas de la isla.
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